Son pocos los medios en los que uno puede manifestarse con libertad. No siempre todas las personas comprenden lo que uno quiere expresar. Para poder hacerlo tendrían que conocernos lo suficiente. De alguna manera el conocer nos hace ser más libres.
Yo quisiera conocer más para poder ser más libre. No conozco lo suficiente todo lo que quisiera. Pero, anhelo conocer para que mi juicios sean verdaderos. Juicios que todos hacemos sobre lo que nos rodea y sucede.
Sé que no importa si uno tiene oro, plata o cobre. Nada ello determinará nuestra felicidad. Pero, si sé que cuando queremos expresar nuestro amor a los demás queremos darle lo mejor que tenemos. Quién puede negar que una de las mejores cosas materiales que tenemos es el oro, la plata, las joyas... Entonces, si con recta conciencia entrego algo de oro o plata para el culto divino no tiene nada de malo ni hace que mi ofrenda sea ofensiva para nadie, mucho menos para los pobres.
Soy pobre,vivo en un barrio pobre,vivo en una casa pobre,visto con la ropa que mi sueldo me permite tener. Pero, si veo que un hermano mio, rico o pobre, da una pieza de oro para el culto divino no me ofende. Por el contrario, me alegro. Pero, más alegría me da si veo que ese objeto de lujo es usado para aquello que se donó: el culto.
Lo malo no está en lo que viene de afuera sino de lo que sale del corazón de cada hombre. Ese conocimiento me hace libre.
Quienes me conocen saben porque escribo esto.
Carlos Pacahuala Montenegro