martes, 8 de septiembre de 2015

Del Sol a la Educación

Hace algunos siglos todos asumían que el centro del Universo era la Tierra. Después de mucho tiempo se dieron cuenta que el centro era el Sol. Fue un gran impacto para muchos. Pero, no había más que hacer. La verdad se abría paso y solo había que dejarla pasar.
 
Hoy, nuestra generación debate sobre todo aspectos tecnológicos y económicos. Todo gira en torno a ello. ¿Será ese el centro? No sé que digan los futurólogos y los opinólogos. Pero, como maestro observo que toda nuestra generación ve a la educación como un subproceso para el logro de las metas. ¿Sin educación podemos hablar de metas?
 
Hace unos días, después de ver a mis alumnos desarrollando algunas acciones tradicionales en el colegio me ponía a pensar: "El centro no es la tecnología, la economía o demás. El centro del quehacer humano es la educación" Sin educación no sabemos como serían los hombres y mujeres del presente y el futuro. Si no se nos educara en diversas cuestiones y aspectos nada tendría sentido. Quizá no conoceríamos al Dios que tanto nos ama. Sin educación el hombre debería volver a empezar en cada generación. Nuestra herencia solo sería imagen estática, invalorada, inapreciada, no decodificada, no dinamizada. Solo viento que pasó y no actuó.
 
¿No es acaso la educación el centro del quehacer humano? Si es el centro por qué aún no podemos dedicarle más esfuerzo y tiempo. Por qué no podemos mirarla con más aprecio.
 
Aprender a ser, aprender a hacer,... ¿Aprender a amar? ¿Será mi tarea como educador enseñar a amar a la educación?
 
Busco respuestas. Pero, como hijo del tiempo que me toco vivir, no tengo tiempo para responder como quisiera. Por ello, les pido que me enseñen. Yo aprendo.
 
Carlos Pacahuala