miércoles, 2 de diciembre de 2015

¿Por quién no votaré?

Hoy me pregunté cuál sería la herencia que le dejaría a mi hija. Después de mucho meditar he llegado a la conclusión que la mejor herencia que le dejaré serán las decisiones que tome sobre ella.
 
Cuando se lo he comentado a alguien me dijo que las decisiones no son tangibles y que resulta demasiado idealista mi "herencia". Además, que mi pretensión denota cierto aire controlador del destino de mi hija.
 
Es cierto que las decisiones no son tangibles. Pero, lo serán. Lo que hoy decido sobre mi hija puede que no se note inmediatamente. Pero, podrá ser percibido por todos los sentidos de las personas que la rodeen en poco tiempo. Lo que decida en un instante tendrá repercusión no solo en su vida sino en quienes le rodean. Qué más tangible que ello.
 
Idealista. Uno de los problemas de las generaciones presentes es la carencia de grandes ideales. Todo ideal trasciende el ámbito individual de la persona para dar paso a un compromiso comunitario.  ¿No son acaso nuestro ideales lo que muchas veces nos mueven a la acción? ¿Alguien puede decir que el hombre no necesita de ideales para vivir? Son incontables las veces en que mis ideales los que me han permitido seguir adelante ante tenebrosas situaciones en la vida diaria.
 
Control. El control no es sinónimo de esclavitud. Por el contrar es propio de las personas enteramente libres y por ello, conscientes de las consecuencias de sus actos, controlan todo lo que hacen y dejan de hacer. El control denota orden. Y no solo un orden en arreglar la ropa de tal o cual manera. Orden en la vida, en hacer las cosas conforme se deben hacer ,en el momento que se tienen que hacer, conforme la naturaleza y lo que nuestra recta consciencia indica. Lo  más importante en la vida no puede ser producto de la casualidad, de un de repente, de una explosión hormonal.
 
¿Qué decisiones son las que tomaré sobre mi hija? Muchas de ellas en la intimidad de mi hogar. Otras en la sociedad como el tipo de gobernantes que elegiré. ¿Cómo elegir a un candidato que quiere transformar la cultura? No puedo elegir un candidato que romperá todo aquello que quiero para mi hija.
 
Un gobernante tiene mucho poder. Yo le otorgo el poder sobre mi y mi familia. Como le puedo dar el poder a alguien que hubiese optado por matarme, por matarnos. No puedo elegir a un proabortista o proeutanasia.
 
No puedo elegir un candidato con una agenda gay que destruya la familia. No puedo elegir a quien quiere aniquilar lo que más quiero.
 
Mi voto es parte de mi herencia. Lo que decida en las elecciones repercutirá no solo en mi persona. Repercutirá en mi hija, en mi familia.
 
Cuando deposite la cédula de sufragio en el ánfora no quiero que mi mano se manche con la sangre de los inocentes que morirán por ello.
 
¿Por quién votar? Si saben del candidato díganmelo.
 
Carlos Pacahuala