Este fin de semana será ocasión de encuentros amistosos, cariñosos, querendones, amatorios y demás hierbas como muestra del día "del amor"
Obviamente el amor no se puede limitar a 24 horas, ni mucho menos se puede enmarcar en algunos gestos ridículos que más lindan la podredumbre moral propia de algunos. La pestilencia de algunas manifestaciones de "erotismo pornográfico" analogado al amor es lo que significa "El día del amor" hoy en Lima.
¿Cómo saber que es amar? ¿Cómo sé que estoy amando?
Se que estoy amando porque muero.
La dimensión del dolor ha sido extirpada del amor, por ello el amor solo ha quedado reducido a la ridícula expresión de encuentros furtivos sensuales y hedonistas. Estos encuentros se han analogado tanto al amor que muchos llegar a "casarse" pensado que hacen lo correcto. Los resultados de esta devstadadora analogía los tenemos a la vista.
Entiendo que el amor no es sufrir. Si yo muero porque busco el bien del otro, y el otro muere porque busca el bien mio entonces ¿dónde está el sufrimiento? Me dono a ti y tu a mi. Si solo se dona uno y el otro no, viene el sufrir o soy un masoquista.
La donación al otro cuando es total causa dolor. Duele tener que dejar lo que quiero por lo que quiere quien amo. Duelo renunciar a mi querer por su querer.
Puede que alguno no me entienda cuando hablo de dolor, será que en su vida nunca se donó, solo sufrió. Puede que en su vida solo se ha erotizado y no donado.
Afortunadamente me ama y yo le amo, me duele mucho donarme a ella, me duele más renunciar a mi, me duele mucho cuando me injurian por el amor que le tengo a ella, pero nunca sufriré por donarme porque se que ella lo da todo por mi. Con ella no sufro, con ella he encontado "AMOR". Ella me enseño a amar, mi gran amada mi Iglesia. La amo tanto que aunque alguno de sus hijos me hieran la seguiré amando. Te amo mi Iglesia, te amo y espero que algún día...
Cuando por ella muero, me siento más vivo. Que bello amor el que te quita la vida y te la da.
Carlos Pacahuala Montenegro