lunes, 5 de julio de 2010

JESÚS NO FUE UN REVOLUCIONARIO NI UN AGITADOR

1. En estos días veo con mucho pesar como algunos miembros de mi Iglesia se atrevne a poner a Jesucristo como testigo de su activismo político y agitación popular. No se es religioso para hacer política. Se es religiosa porque se recibe una vocación especilísima de santificarse dentro de un carisma específico querido por Dios. Somos nosotros los laicos los llamados a la acción política. Pero, ni laicos ni religiosos estamos llamados a fomentar la sublevación del pueblo, peor aún, tomando como criterio eclesiástico el Documento de Aparecida. 2. "Toda persona que atente a las leyes civiles debe someterse a sus imperativos". Ni como laico ni como religioso puedo eximirme de hacer lo que la ley positiva me exige, pues de otra manera sería vivir una anarquía que desemboca en la violencia. Si alguna persona incumplió las leyes debe hacer la pena que se le imponga. 3. Basta de relgiosos y sacerdotes que usan los hábitos para soliviantar al pueblo en contra del Estado. Carlos Pacahuala

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