El primer día de diciembre de 1910 comenzó la vida de mi fallecida abuela Natalia Espinoza Bellido. Pude compartir con ella muchos momentos de mi vida. Pero recuerdo sobretodo cuando se acercó a mi un día cuando en su casa de Ica me puse a llorar por una pelea con mis primos. Ella me acarició la cabeza como solo lo hace una abuela y me dijo: ya no hagas caso... Después de un rato me pidió que hiciera lo que siempre hicimos juntos en su casa: sacar las raíces de la cañas que crecían al fondo de su jardín.
Estuve en su último cumpleaños. Dos días después falleció. Dios me dio la oportunidad de estar al lado de mi abuela en su último día. Dios me permitió mirar a mi madre al lado de la suya. Espero que me conceda lo mismo a mi. También se lo concedió a mi padre, pues el cerró los ojos de mi otra abuela.
Para mi será la primera experiencia de una operación con anestesia general en donde tendrán que ponerme dos vías, respirar con oxígeno....
El temor ha sido una compañera en estos días. Pero, casi de inmediato junto al temor me ha acompañado con mucha fuerza la esperanza propia del hijo de la Iglesia. La esperanza de que se haga la voluntad de Dios.
Dios ha querido valerse de esta operación para que una vez más vuelva mi mirada del corazón hacia Él. Para que este mucho más cerca a Él es esta batalla.
Recuerdo las palabras de mi Padre y Pastor, el Cardenal Juan Luis, en la Misa de este 14 de noviembre, justo cuatro días después que supe que tendría que operarme:
“No te canses de rezar, de luchar, de buscar siempre la verdad, el destino de un católico es luchar por amor, hasta el último instante. Hay que vencer la última batalla, y como no sé cuál es la última, hay que vencer la actual, la de hoy, en el hogar, en el trabajo, con los amigos. Reza, busca a Dios, conócelo, estudia el catecismo, y así veremos qué cercano está Dios”
He de luchar esta batalla como un católico. He de tornar mi mirada al cielo para reconocer na vez más que Dios solo quiere lo bueno para mi. Pero, sé que el bien que Dios quiere para mi no tiene porque ser el que yo quisiera. Ante esa certeza mi persona entera solo anhela que en mi se haga Su Voluntad. Fiat volvntas tva, fiat volvntas tva,...
Después de la operación enviarán esos nódulos al laboratorio. Los resultados me dirán si es algo que se acabó con la operación o es algo que necesita tratamiento.
El primero, una vez más, todo comienza.
Carlos Pacahuala Montenegro