No pretendo hacer un crítica literaria con este y los próximos post que publicaré. Mi intención es dar a conocer mi visión de educador que pueda servir para otros educadores que buscamos constantemente responder a las necesidades de nuestros estudiantes. Puede que mis lectores sea un grupo pequeño, pero nunca me he sentido parte de las mayorías, por tanto quedaré muy satisfecho saber que mis intereses los comparto con algunos cuantos que nos apasiona educar.
Leer "La distancia que nos separa" fue para mi emotivo, descubridor, instructivo y educativo.
Fue emotivo porque sin darme cuenta de mis ojos rodaron lágrimas cuando la madrugada en que leí el episodio en que el autor narra la muerte de su padre y como ese fue el inicio en que él, el autor, empieza dejar de creer. No saben como me ayudo a entender que algunos golpes en la vida nos marcan para todo el resto de lo que nos quedo de existencia. Nuestra mirada a los demás cambia a conocer más lo que cada uno vivió. Me descubrió que entrar en la vida de las personas es un reto impostergable si queremos ayudarle. Todo maestro quiere ayudar a sus estudiantes, nuestra única alternativa: conocer la vida de cada estudiante.
Me ha resultado instructivo porque la novela desarrolla momentos del militarismo iniciado con Velasco y describe episodios del comienzo del terrorismo y las primeras iniciativas por acabarlo. Resultaría interesante ir leyendo la novela y goglear los personajes y episodios para conocer la historia reciente de nuestro país. Pero, además sería riquísimo el análisis de la situación socioeconómica de esos tiempos y cómo desde todos los sectores tuvieron que enfrentar las necesidades que se le presentaban y transformaron su vida hasta nuestros días
Desde el área de religión podría analizarle el fenómeno del ateísmo y cómo se genera conforme la Gaudium et spes.
El valor educativo está descontado en esta novela porque además de todo nos permite conocer la influencia del padre en la vida de la persona. Como el padre, presente o asuente, marca la vida de cada uno. Esto resulta muy útil en nuestra sociedad porque el valor de la madre en muchas ocasiones ha diluido o anulado la figura del padre hasta el punto de considerarlo innecesario o poco influyente en la crianza relegándolo a la provisión de bienes para la manutención física de las personas.
Sé que quienes lean esta novela podrán descubrir mucho más. Desde aquí he dado mi sencillo punto de vista, espero sirva para educar.
Quedo sometido a sus críticas, siempre bienvenidas.
Carlos Pacahuala
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