Hay situaciones en la vida que no gobernamos, no dependen de nosotros: nuestros padres, las circunstancias en las que fuimos concebidos, nuestros rasgos... no dependieron de uno mismo, se nos vino donado sin pedirlo y nada podemos hacer ante ello. Cuando tomamos conciencia de las situaciones originales de nuestra existencia las asumimos sin ningún cuestionamientos y no las discutimos sino hasta la adolescencia donde hasta llegamos a pensar que fuimos adoptados. Una manera de rechazar lo que significan los padres en ese momento.
La historia de Kari Rosvall es la búsqueda constante de sus orígenes. Ella fue una de las niñas parte del programa nazi "Lebensborn". Su historia es una de esas pocas que tiene un edificante final.Un adolescente conocería que fue el programa de Lebensborn, se vería impulsado a conocer sobre los nazi y sus grandes jefes. Entraría a una parte de la historia de la humanidad que no podemos dejar de conocer. Y claro, tomar postura por lo sucedido a Kari y el actuar de los personajes (reales todos) brotaría de manera natural. Sería un deleite para nuestros estudiantes JUZGAR a los padres de la protagonista.
Conozco a algunos adolescentes que me han confiado no saber quién es su padre, que sus madres nunca se lo han dicho. Otros sufren porque sus padres estás sumergidos en situaciones de vida tan deplorables que prefieren anular mental y socialmente su existencia, otros quisieran cambiar de padres por lo que han vivido con ellos. Creo que al leer "Los niños del Fuhrer" algo en ellos cambiaría y probablemente la desolación que experimentan podría empezar a desaparecer.
Siempre depende de uno mismo dar el salto para salir de los estados emocionales más difíciles. En mi caso leer siempre me ha ayudado a hacerlo.
Dudo que lo que escribo ayude a alguien. Pero si creo que leyendo las obras que comentó lo hagan.
Espero que este post no sepa a poco. Como siempre quedo sujeto a sus críticas por cualquier medio.
Carlos Pacahuala M.
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