viernes, 18 de octubre de 2019

"El Guasón" ¿ayuda a educar? - II parte

Es cierto que los contenidos de las películas son ficción. Pero sin realidad no habría ficción. ¿Qué realidad de Arthur llamó mi atención? ¿Su locura?, ¿sus asesinatos?, ¿su declarada actitud "apolítica"? No. Lo que atrajo mi interés fue la actitud de madre putativa.

He tenido el privilegio de crecer con  clarísima conciencia que mi madre me protegía, me sostenía, me lanzaba hacía adelante, me amaba, me gustaba estar en casa. Con ella aprendí de manera muy práctica y sumamente didáctica que palabras como ataraxia, cinismo, parquedad o pusilanimidad jamás estarían en mi vida.

 A diario veo con asombro como mi esposa se entrega por nuestra hija. Desde ahora sé como será cuando sea más grande.  Y estoy tranquilo con ello.

No he necesitado ningún libro para darme cuenta como son las mamás con sus hijos y advertir que ellas nunca dejan de dar vida. Somos lo que ellas han querido que seamos.

Pero ¿cómo era la madre de Arthur? Era una loca muda. Ella no concibió un psicópata, su silencio sí. Él se rebeló ante eso y la destruye, no por la mentira de su origen, sí por su silencio voluntario que le arruinó la vida.  Cuando una madre calla en mundo se vuelve más inhumano, mas ruin. Lo humano es que una madre nunca deje de hablar con sus palabras, con sus miradas, con sus gestos, con sus pausas, sus esperas, con su cariño. Podemos correr el riesgo de concluir que la sociedad fue la que generó al Guasón. No. La que generó al psicópata fue el silencio materno.

¿Todo esto ayuda a educar? Sí. ¿Podemos pensar que una madre nunca advierte lo que le pasa a su hijo? Háganle está pregunta a cualquier adolescente. Ya verán la respuesta.

Esta semana les lancé ese cuestionamiento a mis estudiantes cuando debatían sobre la obra "Paco Yunque". La mamá de Paco nunca hizo nada para defender a su hijo ¿nunca se dio cuenta?, ¿no lo hizo por qué era muy humilde?, ¿humildad es sinónimo de cobardía?, ¿el silencio de la madre se justificaba?
¿El silencio de una madre, sea cuerda u orate, pobre o rica, humilde o soberbia, tiene justificación?

He visto como cuando alguna mamá calla hace que su hijo viva la vida como una ficción, como una fantasía, para escapar del mundo, de su madre porque para un hijo ella es su mundo, con ella vino al mundo.
Un hijo no puede soportar que una madre calle, eso le duele, traspasa, vuelve loco. Esto es una realidad, no ficción.

Carlos Pacahuala Montenegro.



viernes, 11 de octubre de 2019

"El Guasón" ¿ayuda a educar?

Al ser concebidos nuestra primera experiencia esta relacionada con nuestra madre.  Esa experiencia original sobre la que no ejercemos dominio marcará toda nuestra historia, así le pasará a Arthur.
¿Existe en nuestra persona otros aspectos o condiciones sobre los que tampoco podemos hacer nada? ¿Somos producto de la sociedad? ¿la sociedad nos arrincona y nos lanza a ser presa de nuestras propias anomalías? ¿Terminamos disculpando la brutalidad contra la sociedad por que quien la comete fue víctima primero de esa sociedad?

En toda la película  "El Guasón" se desarrolla una tensión entre la persona y su entorno, este es una parte de su valor educativo. Un adolescente, y algunos que hace mucho dejaron de serlo, buscan su lugar en la sociedad, quieren ser vistos, quieren ser tomados en cuenta. Por ello su constante temeridad, su rebeldía, su negación a toda su herencia y su crítica a todo lo que lo define. En nuestros estudiantes también se desarrolla esa "tensión". Por ello, proponerles el análisis de la figura del Guasón les será atractivo y conforme se le analice polarizará al grupos, surgirán los extremos, como en Gótica.

No podemos perder de vista el la mirada humana al personaje: es un enfermo mental con medicación. ¿Es consciente de sus actos una persona con esa condición? No. ¿Podemos hacer responsable de sus actos a un demente? No. ¿Las personas que alaban, siguen, avalan, imitan y vuelven líder a un demente están procediendo con "normalidad"? No. El demente no tiene culpa de su enfermedad, la masa estupidizada, enceguecida y amparada en el anonimato es culpable, su locura voluntaria es reprochable. A lo largo de la historia los más grandes genocidas han tenido el soporte del voto de las masas. ¿Y no hay mirada humana para las masas? Lamentablemente la historia con su silencio ha disculpado siempre el actuar de las gentes, eso es inhumano. Lo humano es juzgar: el imperio de las mayorías siempre nos han destruido, su dictadura siempre nos han deshumanizado. Espero nunca ser parte de ese grupo y esto es algo que si puedo decidir. La sociedad nunca hará de mi lo que no quiero por más que sean "MÁS", así su brutalidad sea descomunal. La justificación de la dialéctica nunca avalará el mal.

Lee este artículo después de ver el film. Estoy seguro que me entenderás mucho mejor

Carlos Pacahuala

lunes, 7 de octubre de 2019

"La invención de la soledad" de Paul Auster ¿Ayuda a educar?

Desde el mes de junio me sumergí en un tema: la paternidad en la vida de las personas. Leí algunas obras que me han suscitado gran interés y de las cuales extraje gandes principios constantes de la influencia paterna.
"La invención de la soledad", en su primera parte, generó en mi diversas emociones aún palpitantes en mi corazón. Emociones que han surgido por sentirme identificado con el tipo del padre del protagonista. Identificación que quiero alejar, que quiero vencer, desafortunadamente a veces pierdo. Y no pierdo sólo. Como en toda lucha llevamos a la victoria a quienes tenemos a nuestro lado o las arrastramos a la caída, a la derrota.  Mi gran lección es que yo no quiero ser ausente como padre. Contra ese gran miedo lucho a cada instante. A veces no sé como ganar esa batalla pero de verdad que hago el intento.

Lo bueno es que cada día se puede volver a empezar. Retomar mis manos partidas y mi alma oscurecida y lanzarme otra vez, vencer o perder, una dinámica que tendrá un día su fin: el día de la victoria final. Porque aunque salga más veces vencido que victorioso no dependerá de ello el resultado final, dependerá de la valoración de aquellas por los que luché. Ellas juzgarán si valió la pena.

De la segunda parte de la obra de Auster puedo entender algo muy sencillo "nuestros hijos nos salvan". Y eso es verdad, mi hija me salva cada día: de mi, de los problemas.
De esta parte de la novela es de donde pueden salir los más grandes recursos para educar. El autor hace un gran despliegue cultural que me resultó un reto seguir, no pude evitar googlear en varias ocasiones para entenderlo, para seguirlo. Aquí está lo útil para la escuela. No solo por la cantidad de la información sino por como toda la cultura humana, sea el tiempo que sea, venga de quien venga, nos interpela, nos lee, nos descubre, nos salva.

Esta obra de Auster, a mi juicio, habla de la ausencia y la presencia. Las ausencias, los silencios no condenan, son muerte. Las presencias son vida,  nos salvan.

viernes, 20 de septiembre de 2019

"Los niños del Fuhrer" de Kari Rosvall ¿Sirve para educar?

Me he sentido desolado en incontables momentos de mi vida. Más de una vez ha sido el único sentimiento que gobernaba todos mis actos. Seguro lo vuelva experimentar, no puedo evitarlo como tampoco puedo prever los niveles que alcanzará la próxima vez. El juicio que se me puede hacer de ello sería tan diverso como las personas que leen este post. Pero, ello no impedirá que la desolación cubra mi existencia nuevamente.

Hay situaciones en la vida que no gobernamos, no dependen de nosotros: nuestros padres, las circunstancias en las que fuimos concebidos, nuestros rasgos... no dependieron de uno mismo, se nos vino donado sin pedirlo y nada podemos hacer ante ello. Cuando tomamos conciencia de las situaciones originales de nuestra existencia las asumimos sin ningún cuestionamientos y no las discutimos sino hasta la adolescencia donde hasta llegamos a pensar que fuimos adoptados. Una manera de rechazar lo que significan los padres en ese momento.

La historia de Kari Rosvall es la búsqueda constante de sus orígenes. Ella fue una de las niñas parte del programa nazi "Lebensborn". Su historia es una de esas pocas que tiene un edificante final.

Un adolescente conocería que fue el programa de Lebensborn, se vería impulsado a conocer sobre los nazi y sus grandes jefes. Entraría a una parte de la historia de la humanidad que no podemos dejar de conocer. Y claro, tomar postura por lo sucedido a Kari y el actuar de los personajes (reales todos) brotaría de manera natural. Sería un deleite para nuestros estudiantes JUZGAR a los padres de la protagonista.

Conozco a algunos adolescentes que me han confiado no saber quién es su padre, que sus madres nunca se lo han dicho. Otros sufren porque sus padres estás sumergidos en situaciones de vida tan deplorables que prefieren anular mental y socialmente su existencia, otros quisieran cambiar de padres por lo que han vivido con ellos. Creo que al leer "Los niños del Fuhrer" algo en ellos cambiaría y probablemente la desolación que experimentan podría empezar a desaparecer.

Siempre depende de uno mismo dar el salto para  salir de los estados emocionales más difíciles. En mi caso leer siempre me ha ayudado a hacerlo.

Dudo que lo que escribo ayude a alguien. Pero si creo que leyendo las obras que comentó lo hagan.

Espero que este post no sepa a poco. Como siempre quedo sujeto a sus críticas por cualquier medio.

Carlos Pacahuala M.

viernes, 13 de septiembre de 2019

"Algún día te mostraré el desierto - Diario de paternidad" de Renato Cisneros ¿Ayuda para educar?

Debo confesar que "Algún día te mostraré el desierto" fue la primera obra que leí de Renato Cisneros reiniciando así el introspectivo placer de leer. Volví a sumergirme y refugiarme en la lectura. Escapé un rato de la realidad circundante para entrar en esa otra realidad que se nos descubre en cada línea leída de un libro. Leer me salvó.

Nunca antes hubiera pensado tomar entre mis manos un libro que no tuviera un matiz religioso, sin embargo este libro tuvo mucho de un acto de fe, humana y divina.

Ponerme frente de este libro me daba la posibilidad de entrar en la vida de alguien que esperaba me diera pistas de cómo asumir el rol que más me asustó tener en mi vida: ser padre. Al darme cuenta que el autor tuvo, y quizá tiene, los mismos miedos que yo me ha ayudado a entenderme un poco más. Por primera vez sentí que hablaba con alguien que parecía leerme y contarme mis afanes, miedos e incertidumbres entorno a la paternidad. Ciertamente toda obra literaria tiene algo de realidad y de ficción. Ahora estoy convencido que a veces es mejor creer que algunos de nuestros grandes dolores son ficción para que nos afecten menos, para que no duelan tanto. Confiar en que el testimonio de otro como tú puede en cierto sentido salvarte es una acto de fe  humana.

Leyendo a Cisneros descubrí que su autoproclamada falta de fe en lo divino tenía un origen muy humano: su padre.

¿Cuánto influye un padre en la vida de la persona? Esa sería una muy buena pegunta para ser respondida en la clase con adolescentes que miran la paternidad con diversidad de emociones contradictorias. Al leer el libro advertirían que casi están como predestinados a seguir el modelo que han recibido y que la influencia de un padre en la vida de uno es insondable, incomprensible, mistérica y a la vez necesaria. Aprenderían que nunca terminaremos de entender que nuestros actos trascienden la materialidad de los hechos fácticos para dejar una gran estela de consecuencias inmedibles. Un acto nos convierte en padres, un acto nos convierte en hijos y ese mismo acto tiene consecuencias que jamás podremos medir. ¿Que un adolescente entienda esto no es suficiente? ¿No es acaso interesante que un adolescente entienda que lo más importante de su vida nunca lo va a entender del todo?

Andamos preocupados en que los alumnos aprendan, que desarrollen competencias. ¿Nos hemos puesto a pensar que nadie prepara para ser competentes como padres? ¿Qué contiene esa competencia?

Estamos en crisis de paternidad. Por lo menos esa es mi experiencia. Antes nuestros padres pasaban poco tiempo en casa porque estaban trabajando. Esa era nuestra certeza que derrumbaba cualquier miedo. Hoy muchos niños y adolescentes no saben quien es su padre y si lo saben no tienen la más mínima idea de dónde está ni qué esta haciendo. Donde no hay certezas hay dudas, sospecha, miedo, dolor y por ello odio e irá. Veo ante mis ojos mucho dolor, odio e irá incontenible.

En nuestra sociedad  la figura del padre ha sido despellejada, por ello resulta apremiante abordarla como parte de nuestras propuestas de aprendizaje. Con suma sencillez podemos plantear un proyecto que desarrolle el juicio crítico de toda la obra de Cisneros porque resulta contemporáneo y cercano, alguien público que se expone en los medios, alguien que es objeto de admiración por la fama televisiva; las diversas áreas podrían tratar cuestiones referidas al inicio de la vida y el rol del padre en la crianza;debatir si aún el padre es necesario, siendo que en algunos ámbitos se quiere desaparecer a los hombres; analizar los índices de hogares monoparentales donde no hay padres y hacer tesis sobre las posibles causas de este fenómeno social para luego proponer soluciones viables en su entorno inmediato.

Espero sirva en algo mi sencilla propuesta.

Quedo atento a sus críticas. Espero no sepa a poco lo que hoy he escrito.

Carlos Pacahuala


sábado, 7 de septiembre de 2019

"La distancia que nos separa" de Renato Cisneros ¿cómo puede servir para educar?

No pretendo hacer un crítica literaria con este y los próximos post que publicaré. Mi intención es dar a conocer mi visión de educador que pueda servir para otros educadores que buscamos constantemente responder a las necesidades de nuestros estudiantes. Puede que mis lectores sea un grupo pequeño, pero nunca me he sentido parte de las mayorías, por tanto quedaré muy satisfecho saber que mis intereses los comparto con algunos cuantos que nos apasiona educar.

Leer "La distancia que nos separa" fue para mi emotivo, descubridor, instructivo y educativo.

Fue emotivo porque sin darme cuenta de mis ojos rodaron lágrimas  cuando la madrugada en que leí el episodio en que el autor narra la muerte de su padre y como ese fue el inicio en que él, el autor, empieza dejar de creer. No saben como me ayudo a entender que algunos golpes en la vida nos marcan para todo el resto de lo que nos quedo de existencia. Nuestra mirada a los demás cambia a conocer más lo que cada uno vivió. Me descubrió que entrar en la vida  de las personas es un reto impostergable si queremos ayudarle. Todo maestro quiere ayudar a sus estudiantes, nuestra única alternativa: conocer la vida de cada estudiante.

Me ha resultado instructivo porque la novela desarrolla momentos del militarismo iniciado con Velasco y describe episodios del comienzo del terrorismo y las primeras iniciativas por acabarlo. Resultaría interesante ir leyendo la novela y goglear los personajes y episodios para conocer la historia reciente de nuestro país. Pero, además sería riquísimo el análisis de la situación socioeconómica de esos tiempos y cómo desde todos los sectores tuvieron que enfrentar las necesidades que se le presentaban y transformaron su vida hasta nuestros días
Desde el área de religión podría analizarle el fenómeno del ateísmo y cómo se genera conforme la Gaudium et spes.

El valor educativo está descontado en esta novela porque además de todo nos permite conocer la influencia del padre en la vida de la persona. Como el padre, presente o asuente, marca la vida de cada uno. Esto resulta muy útil  en nuestra sociedad porque  el valor de la madre en muchas ocasiones ha diluido o anulado la figura del padre hasta el punto de considerarlo innecesario o poco influyente en la crianza relegándolo a la provisión de bienes para la manutención física de las personas.

Sé que quienes lean esta novela podrán descubrir mucho más. Desde aquí he dado mi sencillo punto de vista, espero sirva para educar.

Quedo sometido a sus críticas, siempre bienvenidas.

Carlos Pacahuala


domingo, 1 de septiembre de 2019

¿Todo libro educa?

Esta pregunta siempre me la hice. Y muchas veces descarté lecturas por considerar que no ayudaban a educar. El tiempo ha pasado y ahora estoy convencido que todo libro aporta de alguna manera a la educación. Y está contribución puede que no esté en la intención del autor. Mas yo como educador si podría buscar que cada obra literaria que llegué a mis manos sirva en mi accionar.

Cuando leo me es inevitable descubrir en cada página lo útil para mis clases o diversos proyectos en la escuela.

¿Toda obra será útil? Hoy creo que sí. Por ello, en las próximas publicaciones comentaré algunas novelas o cuentos que he leído últimamente y cómo he encontrado en ellas insumos para seguir educando.

Espero sea razonable todo lo que escriba. Si no fuera así quedo como siempre expuesto a las críticas, a la criba de lo que pienso.

Carlos Pacahuala

sábado, 31 de agosto de 2019

Recomenzar

Desde hace mucho que no escribo en mi blog. He decidido que es momento de volver a empezar.
Volver a empezar siempre me ha generado cierto temor. Pero, en los últimos meses esa idea me ha rondado mucho por la cabeza y espero concretar esos cambios en el corto plazo. Los factores que me han impulsado han sido la serie de dificultades que se me han presentado en mi labor, nada fácil, de Director del colegio donde comencé como profesor de Religión.
Por ahora el único cambio posible que me puedo dar el lujo de ejecutar es retomar este blog y la lectura.
Espero que aquello que publique en los próximos días y meses sea del interés de quienes accedan a este espacio.
Aceptaré todo tipo de críticas. No sé si en algunas de esas críticas encuentre algo nuevo pero anhelo profundamente encontrar datos que me revelen más de mi. Espero aprender.